¡Alerta para dueños de hoteles y agencias! El nuevo decreto que podría sacarlo del juego turístico en Colombia en 2026

En pleno cierre de año, cuando muchos empresarios del turismo afinan tarifas, contratan más personal y se preparan para la mejor temporada de caja, una noticia cayó como balde de agua fría sobre el sector en Colombia: el Gobierno está impulsando un proyecto de decreto que transformaría de forma profunda el funcionamiento del Registro Nacional de Turismo (RNT), y los gremios ya hablan de un nuevo “decretazo navideño”. (Fuente: El Colombiano, abrir en nueva pestaña)

Si tienes hotel, agencia de viajes, tour-operador, glamping, alojamiento rural, plataforma de reservas o trabajas con alquileres de corta estancia, esta noticia no es un tema lejano de Bogotá: es algo que puede definir si en 2026 podrás seguir operando con tranquilidad… o vivir pegado a un trámite imposible de cumplir.

¿Qué está pasando realmente con el RNT?

El Registro Nacional de Turismo es, en teoría, un trámite sencillo: te inscribes, renuevas, mantienes al día tu información y con eso puedes operar de forma legal. Pero el proyecto de decreto que el Gobierno Petro estaría preparando busca modificar los decretos 1074 y 1072 de 2015, que regulan tanto el RNT como temas de tercerización laboral. (Fuente: El Colombiano, abrir en nueva pestaña)

Según la Asociación Colombiana de Gastronomía y Turismo (Acoga), estos cambios no son ajustes menores, sino una transformación sustancial de cómo funciona el registro. El temor principal: que se endurezcan requisitos y procedimientos sin haber pasado por mesas técnicas amplias con hoteles, agencias, guías, alcaldías y demás actores del ecosistema turístico.

En palabras simples: el Gobierno quiere apretar la regulación en nombre de la formalización y la protección laboral, pero buena parte del sector teme que la cura termine siendo peor que la enfermedad.

Por qué esta noticia sí te debe importar (aunque hoy estés lleno de turistas)

La noticia llega, paradójicamente, en un momento en el que el turismo colombiano luce cifras históricas. El Gobierno ha resaltado que cerca de siete millones de extranjeros no residentes llegan cada año, dejando alrededor de 10.000 millones de dólares en divisas para el país. (Fuente: Presidencia de la República, abrir en nueva pestaña)

A eso se suma que ciudades como Bogotá, Antioquia y Bolívar se consolidan como verdaderas máquinas de atracción de viajeros. Entre enero y mayo de 2025 Colombia recibió 1,9 millones de visitantes internacionales, un 6,6 % más que en 2024 y 42 % por encima de la era prepandemia, con Bogotá, Antioquia y Bolívar liderando el ranking de destinos. (Fuente: El Colombiano, abrir en nueva pestaña)

En Antioquia, por ejemplo, los turistas extranjeros gastan en promedio cerca de 120 dólares diarios, mientras que en Cartagena el gasto supera los 210 dólares cada día, lo que está irradiando oportunidades para hoteles, restaurantes, actividades y transporte turístico. (Fuente: Yahoo Noticias, abrir en nueva pestaña)

En paralelo, gremios como Anato vienen advirtiendo que otro proyecto de decreto del Gobierno amenaza la operación de las plataformas de renta corta tipo Airbnb, al punto de que algunos empresarios calculan que hasta el 95 % de estas ofertas podrían quedar en riesgo, con más de 200.000 empleos comprometidos. (Fuente: La República, abrir en nueva pestaña)

Es decir: el sector vive un boom de demanda, pero también un momento de alta presión regulatoria. Justo ahí es donde el cambio del RNT se vuelve un tema estratégico, no solo jurídico.

¿A quién afecta más el posible “decretazo” del RNT?

De acuerdo con las asociaciones que ya han levantado la mano, el impacto se sentiría en toda la cadena, pero especialmente en:

• Pequeños hoteles, hostales y alojamientos rurales que no cuentan con equipos jurídicos o administrativos robustos y que luchan mes a mes por mantenerse al día con impuestos, cámaras de comercio y normas de seguridad.
• Agencias de viajes y operadores receptivos, que dependen del RNT no solo para vender en Colombia, sino también para cerrar acuerdos con aliados internacionales que exigen plena formalidad.
• Emprendimientos de turismo de naturaleza y comunitario, muchas veces ubicados en municipios pequeños donde la institucionalidad local tiene capacidad limitada para acompañar nuevos requisitos.
• Plataformas y alojamientos de corta estancia, que ya están bajo el radar por el otro proyecto de decreto sobre renta corta y podrían quedar acorralados entre requisitos dobles o contradictorios.

El gran miedo de los gremios es que, si el nuevo esquema del RNT se vuelve más complejo, rígido o costoso, termine empujando a muchos prestadores hacia la informalidad o, peor aún, obligando al cierre de operaciones formales que hoy generan empleo y pagan impuestos.

Señales que este movimiento envía al sector turismo

Más allá de los artículos específicos del decreto, la señal que recibe el sector es clara: el turismo ya no es visto solo como una actividad de “servicios” sino como un frente regulatorio clave, donde el Gobierno quiere tener más control, más información y más capacidad de sanción.

Esto trae riesgos, pero también deja lecciones importantes para cualquier dueño de hotel, agencia u operador en Colombia:

• La formalidad ya no es opcional: estar inscrito, renovado y con información fiable en el RNT será cada vez más vigilado, no solo por el Estado, sino por aliados comerciales que no querrán exponerse a sanciones al trabajar con proveedores irregulares.
• La trazabilidad de datos será un requisito: declaraciones de huéspedes, pólizas, certificados, licencias, contratos, aportes a la seguridad social… Todo lo que hoy está “regado” en carpetas y correos podría convertirse en insumo obligatorio para sostener tu registro en regla.
• El entorno regulatorio será más volátil: decretos sobre renta corta, cambios en el RNT, ajustes laborales y tributarios. El nuevo normal del turismo colombiano parece ser el cambio constante, no la estabilidad.

¿Qué puedes hacer hoy si tienes un negocio turístico?

Aunque el decreto aún está en discusión y los gremios piden más socialización, hay decisiones prácticas que puedes empezar a tomar desde ya para no quedar a la defensiva:

1. Haz un diagnóstico rápido de tu situación frente al RNT
   Verifica fechas de renovación, documentos exigidos, responsables internos y posibles puntos débiles. Si dependes de un contador o tercero, pide acceso directo a toda la información.
2. Organiza tu documentación crítica en un solo lugar
   Contratos laborales, certificaciones, pólizas, certificaciones ambientales, licencias municipales… Entre más dispersos estén, más difícil será reaccionar si el nuevo decreto exige trazabilidad inmediata.
3. Conéctate con tu gremio o asociación local
   No importa si eres pequeño: estar al tanto de la discusión y sumar tu voz importa. Las normas que se cocinan hoy afectarán tu caja mañana.
4. Revisa tu modelo de negocio frente a la formalidad
   Si parte de tus servicios aún se mueven en una zona gris (subarriendos informales, guías no registrados, pagos en efectivo sin factura), es momento de pensar si el riesgo regulatorio justifica el ahorro de corto plazo.
5. Evalúa tu dependencia de un solo canal
   Si vives prácticamente de una sola plataforma (por ejemplo, una app de renta corta), el combo de decretos sobre RNT y alquileres turísticos puede dejarte sin oxígeno. Diversificar canales y productos ya no es solo una estrategia comercial, es una póliza de supervivencia.

La otra cara de la moneda: un sector con más datos y más profesional

Un aspecto poco discutido es que un RNT más robusto también podría abrir oportunidades. Si los cambios se gestionan bien, el país podría contar con mejores datos de ocupación, empleo, inversión y flujo de turistas por destino, lo que ayudaría a:

• Definir políticas públicas más ajustadas a la realidad de cada región.
• Negociar mejor con aerolíneas, inversionistas y cadenas internacionales.
• Visibilizar el aporte real del turismo más allá de los destinos tradicionales.

Pero para que eso ocurra, el diseño del decreto debe incorporar la realidad de los negocios en terreno: el hotel de 15 habitaciones en pueblo turístico, el operador de naturaleza en un corregimiento, la agencia mediana que sobrevive con tres empleados polifuncionales.

Sin esa mirada, el RNT corre el riesgo de convertirse en una barrera de entrada y permanencia, en lugar de ser una herramienta para ordenar y fortalecer el sector.

Cómo prepararse mejor para un entorno regulatorio cambiante

Frente a este panorama de crecimiento en demanda y aumento en la presión normativa, la clave para los empresarios turísticos será la capacidad de respuesta: saber qué está pasando, cómo les aplica, y demostrar rápidamente que cumplen.

Ahí es donde la tecnología deja de ser “un lujo” y se vuelve una necesidad básica. Contar con un sistema de gestión que centralice reservas, huéspedes, contratos, documentación del RNT, soportes laborales y reportes, reduce el tiempo y el estrés de cada cambio regulatorio.

Una solución como Traviux, basada en inteligencia artificial y pensada para negocios turísticos, puede ayudar a automatizar tareas repetitivas, mantener la documentación organizada y generar alertas cuando se acerquen vencimientos críticos. No se trata solo de “ser más digital”, sino de estar mejor preparado para un sector donde las normas cambian rápido, pero los turistas no dejan de llegar.